Tal y como recoge Vinciane Despret en A la salud de los muertos. Relatos de quienes quedan: "Recordar no es un mero acto de la memoria, lo sabemos. Es un acto de creación. Es fabular, proponer una leyenda, pero sobre todo fabricar. [...] Recomponer, reconectar muertos, claro, pero también relatos, historias que los incluyen, que se sitúan a partir de ellos, para dejarse llevar a otra parte, hacia otras narraciones que 're-suscitan' y que piden ellas mismas ser 're-suscitadas'.
Y partiendo de este acto de fabribar historias con/a través de los muertos traemos este itinerario de lecturas para este puente de Todos los Muertos. Lecturas donde los vivos y los muertos conviven, de forma directa o de soslayo, y donde las atmósferas nos llevan a conectar con lo terrible de las múltiples violencias que nos rodean, violencias que forman parte de lo más hóstil de los seres humanos; así, lo conocido y los desconocido se solapan y nos dejan entreveer que las ausencias a veces son presencias que nos llenan de escalofríos, pero también que nos dan respuestas y un puñado de preguntas a los traumas, heridas e incertidumbres que portamos individual y colectivamente.