Para envío
«La hipótesis comunista equivale a decir que el futuro de la humanidad no está condenado a la dominación planetaria del capitalismo, a las monstruosas desigualdades que lo acompañan, a la obscena división del trabajo y a la "democracia" que es, de todo esto, la base: la concentración estatal, que organiza el poder para una oligarquía muy estrecha».
En este pequeño libro, Alain Badiou nos plantea que, a pesar de todos los grandes experimentos del siglo XX, la hipótesis comunista está todavía en sus primeras etapas. De hecho, el propósito de Badiou consiste en contrastar directamente al comunismo con la famosa «prueba» histórica de su «fracaso». Utilizando tres ejemplos característicos -la Comuna de París, la Revolución Cultural china y Mayo del 68- cuestiona fundamentalmente la noción misma de fracaso. Concluye que la falta de éxito de un intento no puede eliminar el problema para el cual propuso una solución. La experimentación histórica consiste así siempre en lo que podamos inventar. Desde esta perspectiva, el capitalismo y su «democracia» es lo viejo, es la renuncia a pensar, a actuar según los principios de un pensamiento. Por su parte, la hipótesis comunista, cualquiera que sea el nombre que le demos (emancipación, igualdad, etc.), es sencillamente la apelación más consistente a estas potencias de la creación.