Mohammed Chukri, transcripción más conocida en castellano, y en ocasiones ?ukri, Choukri o Shukri, fue un escritor, hispanista y traductor marroquí nacido en 1935 en Beni Chiker, un pueblo cerca de Nador, en la región del Rif, y muerto en Rabat en 2003.<BR><BR>En 1945 su padre deserta del ejército español y se traslada con toda su familia a Tánger. Allí Mohammed aprende español y se gana la vida haciendo de guía a los marineros que llegan a la ciudad. Fue educado en una familia pobre; la violencia de su padre le obliga a huir y vivir en las calles de Tánger, subsistiendo en medio de la miseria, la violencia, la prostitución y las drogas. Con veinte años, encarcelado, aprende a leer y escribir, tras lo cual marcha a estudiar a Larache.<BR><BR>En los años 60 vuelve a Tánger, donde fijará su residencia de forma permanente. Comienza a publicar sus obras en 1966: en Al-Adab, mensual de Beirut, su novela Al-Unf ala al-shati (Violencia sobre la playa).<BR><BR>Sus mayores obras son la trilogía autobiográfica que empieza con Al-jubz al-hafi (El pan desnudo), sigue con Zaman al-Ajta (Tiempo de errores), y finalmente Rostros, amores, maldiciones (edición en español del 2002). Escribió también novelas en los años 60 y 70 (Maynun al-Ward (El loco de las rosas), 1980 ; Al-jayma (La tienda), 1985). Escribió asimismo sus memorias sobre sus encuentros con los escritores Paul Bowles, Jean Genet y Tennessee Williams (Jean Genet y Tennessee Williams en Tánger, 1992, Jean Genet en Tánger, 1993, Jean Genet, continuación y fin, 1996, Paul Bowles, el recluso de Tánger, 1997). Ha traducido al árabe poemas de Bécquer, los Machado, Vicente Aleixandre, Lorca, Labordeta, Susana March...<BR><BR>Murió de cáncer el 15 de noviembre en 2003, en el hospital militar de Rabat. Fue enterrado en el cementerio Marshan de Tánger el 17 de noviembre con la presencia del ministro de Cultura de Marruecos, altos funcionarios, personalidades del mundo de la cultura y de un representante del palacio real. Antes de morir creó una fundación con su nombre, que posee sus derechos de autor y conserva sus manuscritos. Chukri dejó en testamento una pensión vitalicia a Fathia, su ayudante doméstica, que lo acompañó durante más de veinte años.<BR><BR>Wikipedia