Para envío
en mi nombre un vendabal es una casa, un hogar cuya puerta Ángel Valenzuela deja abierta para que podamos entrar delicadamente. Un vendabal de afectos nos empuja a su interior y nos invita a quedarnos y a descubir numerosas historias con puntos de origen y finales en común. Este hogar lo encontramos en México. Nos recibe con polvo, biznagas, penas, alegrías y deseos; los olores cotidianos del café y los frijoles lo hacen más acogedor.
Este libro también es carne, cuerpos que se abrazan, se tocan y se convierten en morada. Cuerpos desnudos que buscan ser llamdos por su nombre, cuerpos en la noche.