«Sí, escribo. No sé escribir, pero escribo. Publicar es mi manera de guardar los secretos. Expresar los sentimientos íntimos no significa en absoluto exhibicionismo narcisista, ni mucho menos. La literatura es ese agujero en la pared de un palacio de Camboya que preservará eternamente un secreto, lo custodiará para los miles de millones de personas que jamás lo leerán. Escribir pensando en los lectores es vanidad. Desde hace tiempo trabajo en desterrar ese impedimento de mi corazón. Prefiero pensar en los que nunca leen porque me hacen más libre».
«Yo canto, al igual que Carson McCullers, al artista irresponsable, al que vive en el desequilibrio, golpeando los hierros en la fragua de un más allá. [?] No se han censurado solamente las conductas sino la capacidad de imaginar, de reconocer nuestro origen. Morir es nuestro origen. Si no reconocemos nuestras sombras por nosotros mismos tampoco podemos reconocerlas en una obra».
Kuxmmannsanta, Angélica Liddell
KUXMMANNSANTA
AUTOR/A
LIDDELL, ANGÉLICA
Escritora, directora teatral y actriz, la trayectoria de Angélica Liddell traza, desde principio de los años noventa, una curva de crecimiento sin parangón en la escena española. Sus obras oscilan entre el expresionismo desgarrador, la crítica social, la pureza y la búsqueda del significado a través del dolor y la subversión.<BR> <BR>Como escritora, directora y actriz ha estrenado una veintena de creaciones, entre las que destacan El matrimonio Palavrakis (2001), Y cómo no se pudrió Blancanieves (2005), Perro muerto en tintorería: los fuertes (2007) y Maldito sea el hombre que confía en el hombre (2011). Ha obtenido numerosos premios, como el Premio de Dramaturgia Innovadora Casa de América por La pasión anotada de Nubila Wahlheim; el Ojo Crítico Segundo Milenio a toda su trayectoria y el Valle Inclán por El año de Ricardo. Sus textos han sido traducidos al inglés, francés, rumano, ruso y portugués.