El economista Fernando Luengo y el sociólogo Isidro López sostienen que Europa no resolverá sus problemas hasta que asuma el "carácter democrático" de su moneda e instituciones.
¿Qué salida hay a la crisis, si es que la hay? A esa pregunta intentaron dar respuesta este pasado lunes Fernando Luengo, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Complutense y habitual colaborador de Público en el blog del colectivo Econonuestra, e Isidro López, sociólogo, antropólogo, miembro del Consejo autonómico de Podemos en Madrid y también colaborador de Público.
Los dos intelectuales se juntaron en la librería Traficantes de Sueños junto a algo más de una docena de personas, al lado de la castiza plaza de Tirso de Molina en Madrid, para presentar el libro Un New Deal para Europa, de los economistas franceses Michel Aglietta y Thomas Brand, y reflexionar al hilo de las propuestas contenidas en la obra sobre las razones de una crisis que parece no tener fin.
"De este libro yo destacaría dos aspectos: en primer lugar, el diagnóstico que hace de la crisis y, en segundo término, las propuestas para salir de la misma", explicó Fernando Luengo, para quien la fuerza de la obra de Aglietta y Brand reside en que sus análisis están alejados de "la banalidad" del actual discurso académico que impera en la Universidad; de lo que, en definitiva, vino a decir Luengo, se enseña hoy en día en las facultades de Económicas.
Luengo destacó que el libro de Michel Aglietta y Thomas Brand pone de manifiesto que el euro fue mal concebido desde un principio, pues "nació a la medida de las necesidades de la economía alemana". El profesor aseguró, además, que lo que falla en la Unión Europea es el andamiaje institucional del que se ha dotado: se creó el euro y la unión económica, pero detrás no se tejió una red de instituciones verdaderamente democráticas y organismos que velaran por el buen funcionamiento de esa unión monetaria. "El déficit institucional y democrático es el pecado original de Europa", certificó Luengo.
Tampoco hay una Hacienda común a todos los miembros de la UE, ni una política fiscal común, ni ningún otro mecanismo federalizante; el Banco Central Europeo (BCE) no actúa como debería actuar un verdadero Banco Central —entre otras cosas, ayudando a soportar la financiación de los Estados y mutualizando deuda—, lo que provoca, en opinión de Luengo, que el euro "sea visto como una moneda extraña en muchos países".
Ese no es el único efecto de ese pésimo diseño de las instituciones europeas: Isidro López apuntó que el libro de Aglietta y Brand también analiza con rigor cómo detrás de la creación del euro se ha generado una división europea del trabajo que tiende a la polarización regional, "a un agregado de diferencias entre los países del norte y los de la periferia". Luengo ahonda en esa visión: "El mercado es un concentrador de recursos, y concentra más recursos donde cree que más se van a necesitar, donde cree que la economía será más competitiva. Y eso genera diferencias entre unos países y otros".
Isidro López también destacó otro aspecto que el libro pone sobre la mesa: los problemas de diseño del euro, que han hecho del mismo una moneda incompleta, privada de soberanía y carente de un suficiente contenido democrático. "Aglietta y Brand aportan un análisis novedoso y es cómo definen ellos la moneda. Para ellos la moneda, el euro en este caso, no es sólo un medio de intercambio neutral, sino que es un mecanismo de deuda, un contrato: el ciudadano paga impuestos y el Estado debe devolver al ciudadano bienes públicos. Esa es una condición democrática y necesaria para que funcione la unión económica".
"Para Aglietta y Brand, la crisis del euro no se resolverá hasta que se asuma ese carácter democrático de la moneda y, por lo tanto, que el BCE empiece a funcionar como una auténtica institución democrática", resumió López.
Es obvio que ese no es el escenario a día de hoy: ni el BCE ni la Comisión Europea son instituciones democráticas. Además, como denuncia Luengo, "las finanzas han tomado el control de la economía, una economía que debería estar al servicio de la gente".
"El margen de maniobra es escaso; estamos en una batalla política", dice el miembro de Econonuestra. La situación es complicada. ¿Qué hacer entonces? Y sobre todo, ¿cómo evitar volver a las andadas? Tanto Luengo como López se alinean con varias de las propuestas del libro de Aglietta y Brand: la creación de un nuevo contrato social para Europa; tener instituciones que funcionen con principios democráticos; apostar por una Europa más federal; parar las actuales políticas de austeridad e incrementar el gasto público del Estado.
Luengo y López también desgranaron otras propuestas como la de cambiar el actual modelo de crecimiento hacia uno más sostenible realizando "una transición eco-energética" o hacer una auditoria de la deuda pública así mejorar la redistribución de la renta.
Esos cambios son necesarios pero difíciles de materializar. Isidro López tiene muy claro que sólo podrán producirse desde abajo, con el impulso de la ciudadanía y con la ayuda de los "movimientos o partidos emergentes que han surgido en el sur de Europa", dijo en referencia a Podemos. Para Luengo, la situación se resume en los siguientes términos: "El margen de maniobra es escaso; estamos en una batalla política". ¿Quién saldrá ganador? No se sabe, pero el futuro de Europa está en juego.