En "Memorias del subdesarrollo" (1965), novela icónica de Edmundo Desnoes, asistimos a la debacle íntima y social de Malabre, un escritor que, viendo marcharse incluso a familia y amigos, decide permanecer en Cuba tras el triunfo de la Revolución, por lo que queda convertido en testigo de un panorama y un entorno que le resultan tan absurdos como irredimibles. Ya en el contexto de la literatura cubana de los años sesenta, "Memorias del subdesarrollo" resultó una obra de difícil catalogación, pues quedó fuera de las dos tendencias dominantes del momento: la literatura de compromiso y el preciosismo barroco abanderado por Alejo Carpentier. No en vano, su autor bebe de fuentes que, sin llegar a abandonarla, tensionan y complementan la tradición hispánica, y entre las que destacan, además de la gran novelística rusa, los modelos absurdistas de Kafka, Beckett y, muy especialmente, "El extranjero" de Camus, con cuyo protagonista (Meursault) el cubano Malabre puede compararse en no pocos aspectos.
AUTOR/A
DESNOES, EDMUNDO
Edmundo Desnoes (La Habana, 1930-Nueva York, 2023) es conocido sobre todo por su novela Memorias del subdesarrollo (1965), traducida a una docena de lenguas y llevada al cine por Tomás Gutiérrez Alea con un enorme éxito. Otras obras suyas son el libro de poemas y narraciones breves Todo está en el fuego (1952), las novelas No hay problema (1961), El cataclismo (1965) y la secuela de Memorias del subdesarrollo, Memorias del desarrollo (2007), que también fue llevada al cine por Miguel Coyula; así como los ensayos Lam: azul y negro (1963), Punto de vista (1967), Para verte mejor, América Latina (1974, junto al fotógrafo Paolo Gasparini), o el libro póstumo Caribe: contra y desde. El volumen Mirando y dejando reúne los textos sobre pintura que escribió desde el triunfo de la Revolución hasta los años 2000.