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Una tarde de sábado de 2020, Pedro Zuazua se subió a su bicicleta y empezó a recorrer las colonias históricas de Madrid. A través de conversaciones con vecinos, arquitectos, historiadores o antiguos alcaldes, fue tejiendo un mapa con la historia y las historias de estos singulares emplazamientos urbanísticos que resisten al paso del tiempo en la ciudad. El resultado es un conjunto de crónicas de aires costumbristas, en los que el paisanaje se funde con el legado arquitectónico de una época que ya no existe más allá de los límites que marcan estas pequeñas utopías construidas para hacer mejor la vida de sus habitantes.