Rubén Uceda (Madrid, 1972) se inicia como garabatero evasivo a lo largo y límite de los soporíferos tiempos escolares. Superada esa etapa, y apartado ya de las pizárricas paredes de la doctrina docente, recorre diversas vivencias en iniciativas a contracoriente del orden impuesto, regresando esporádicamente y con desdén al garabatismo coleguero. Al tiempo trata de reconducir sin lustre una escasa actividad ilustrativa en provecho de causas dignas. Pero es cuando cruza inciertos umbrales, en el salto de lo urbano a lo rural y de lo terciario a lo primario, cuando logra al fin concentrarse durante un estimulante periodo de noches y mediasnoches, para versionear en comic un puñado de escritos catársicos de su época precampesina. El resultado de aquello es la autoedición del álbum Vahídos, una especie de amalgama de relatos, difícilmente hilables, dentro del más puro género escondido de la ficción anarcosocial.<BR>Consciente de que la pasión por la narración gráfica no sirve para ganarse la vida, pero sí para vivirla, en un golpe de oportunidad, metamorfosea su plena dedicación como trabajador agro-autogestionario hacia la de trabajador forestal-asalariado, consiguiendo a corto plazo recuperar una considerable parte de su dedicación en trabajo muerto, para el trabajo vivamente comiquero. El primer resultado de ello es el álbum El Decapital, una suerte de episodios satiricohumorísticos, acerca del reino en la tierra de un tal Dios Mercado. Por último, a día de hoy y hasta algún momento del crítico futuro, está obrando un extenso comic sobre la revolución social acontecida con la llamada última guerra civil española, con fidelidad a las versiones olvidadas entre las olvidadas, a las derrotadas entre las derroradas. Esperemos que este proyecto, asi como los venideros, culminen en provecho del deseable y necesario cambio de rumbo de la especie humana.