Para envío
Los elementos fundamentales de la vasta cultura de Alejo Carpentier debemos buscarlos en el ambiente cultural en que nace y crece, y en su insaciable sed de conocimientos. Un temprano dominio de la ejecución del piano le permitió ponerse en contacto con la obra de los compositores más importantes de su momento.
Fue un incansable animador de la cultura de su tiempo, un prodigio de conocimientos y buen decir, que supo hablar el lenguaje de sus contemporáneos y en sus críticas siempre reconoció los valores perdurables de un artista o de un libro, aun cuando no coincidiera con ellos.
En los textos que aparecen en este libro, Alejo da cuenta de cómo el «disco está modificando el conocimiento musical». «Esta modificación ?dice- del proceso de acercamiento a la obra, por medio del disco, es una de las causas del formidable incremento de la cultura musical en nuestra época.»
Su capacidad de análisis para desentrañar en lo más hondo la obra que escucha, le permite adentrarse no sólo en ella, sino, además, en la interpretación de la orquesta o el género («Boris en disco», «La grabación de Sócrates»); y si quieren reírse, léanse «El coleccionista de discos»; la contraposición entre lo que se escucha en una grabación y en la sala de concierto («Reproducción y traducción»); ausencia de grabaciones importantes («Grabaciones esperadas»). Vale decir, todo un curso de apreciación musical contenido en estas deliciosas crónicas.