A los cuarenta años, después de fracaso de Los Cenci, Artaud deja París y se lanza a la aventura, hacia Méjico, sin medios económicos, en una búsqueda desesperada de ?un nuevo mito que rebase al hombre?.
El contacto con la civilización mejicana va a despertar en él un pensamiento preciso y claro; de esta época datan sus textos más inteligentes; habla en ellos del movimiento surrealista, de las relaciones con el padre, y rechaza definitivamente las estructuras de la sociedad europea para adherirse a una civilización que no sea una opresión, sino una corriente, una pasión. Cree encontrarla en la antigua civilización mejicana, en sus ritos mágicos y en la sangre india. Hace un llamamiento al pueblo mejicano para que ayude al renacimiento de ese espíritu de sus antepasados, y él mismo planea una expedición a las tribus indígenas, proyecto que sólo realiza en parte.
Vuelto a Francia, Artaud se da cuenta de que ya no tiene nada que ver con la sociedad europea. Dieciocho meses después es internado en un asilo de locos. Año y medio más tarde escribe a Jacqueline Breton: ?Soy un fanático, no soy un loco. No quiero ya el orden moderno que sólo lleva al caos?.
MENSAJES REVOLUCIONARIOS
AUTOR/A
ARTAUD, ANTONIN
Antoine Marie Joseph Artaud comúnmente llamado Antonin Artaud (Marsella, Francia, 4 de septiembre de 1896 - París, 4 de marzo de 1948), fue un poeta, dramaturgo, ensayista, novelista, director escénico y actor francés.<BR><BR>Artaud es autor de una vasta obra que explora la mayoría de los géneros literarios, utilizándolos como caminos hacia un arte absoluto y "total". Sus tempranos libros de poemas (luego abandonaría el preciosismo poético, decepcionado) L'ombilic des limbes (El ombligo de los limbos) de 1925 y Le Pèse-Nerfs (El pesa-nervios) anuncian ya el carácter explosivo de su obra posterior. Es más conocido como el creador del teatro de la crueldad (cf. El teatro y su doble, 1938; Manifiesto del teatro de la crueldad, 1948), noción que ha ejercido una gran influencia en la historia del teatro mundial. Trabajó en 22 películas, durante los años 20 y 30, entre las que destacan Napoléon de Abel Gance y La pasión de Juana de Arco de Carl Theodor Dreyer.<BR><BR>Wikipedia