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En 1937, cuando apenas tenía veinte años y estudiaba en Londres, Leonora conoció a Max Ernst y se fugó con él a Francia. Dos años después Max fue trasladado a un campo de concentración. Leonora, con evidentes signos de trastorno psicológico, huyó a España, donde fue ingresada en un sanatorio de Santander. "Memorias de abajo" es el recuerdo, en forma de dietario, de aquellos días de confinamiento en que Leonora fue asediada no solo por sus propios delirios, sino también por los métodos poco ortodoxos de su médico. Un calvario descrito con una precisión sorprendente, sin rastro de autocompasión, por quien ha sido consciente de su descenso al abismo de la locura, de su recuperación, y de cómo los estratos más hondos del subconsciente pueden ser un material válido en la práctica artística.