Tras la dramática toma de Toledo en septiembre de 1936, la liberación del derruido Alcázar y la resistencia que en él ofrecieran los insurgentes se convirtieron en un mito que acabaría por ocultar no ya lo ocurrido en la sublevación y asedio, sino también todo lo ocurrido anteriormente.
En mayo de 1937, el gral. Yagüe ordenó atacar la cabeza de puente situada al sur de Toledo y aumentar el perímetro defensivo de la ciudad. Al inicio la operación se llevó adelante sin mucha dificultad, pero el mando republicano envío a taponar aquella brecha a una unidad de elite del EPR, la 11 División. Se llamó a aquel combate. La Batalla del Sur del Tajo»
Ruíz Casero reconstruye día a día lo sucedido, con documentación y testimonios de los contendientes, en una obra solvente y bien escrita que se lee con facilidad.
