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«Sophie Caratini compartió durante largos meses la cotidianidad de los erguibat. Al precio de afrontar riesgos, disipar sospechas y superar amarguras, estas páginas lo explican al mismo tiempo que restituyen un paisaje y unas vicisitudes, además de su valor de análisis implícito. [...]
»¿Podríamos decir que la extranjera llegada de Occidente se limita a observar y grabar? Sería hacerle una injusticia. Ella convive y participa. Los abundantes rasgos objetivos que transmite, y que supongo han de interesar en alto grado a sus colegas, son fruto de una subjetividad confrontada con la del Otro en un debate en el que cada una de las partes, aunque distingue con cuidado su propia persona y mide su contribución, aprecia también lo que ambas ponen en común».
(de la Presentación de Jacques Berque)
«Abrir de nuevo el libro de mi historia es retomar el diálogo donde lo había dejado diez años antes. Pues a quienes me enseñaron, día tras día, a andar, a comer, a hablar y a comprender, a quienes fueron mis maestros en el norte de Mauritania, les cuento aquí lo que no me atreví a decirles por temor a que me acusaran de ingratitud: mis dificultades, mis incomprensiones, los momentos de rechazo de mi cuerpo o de mi mente».
(del Epílogo de Sophie Caratini)