«El libro por venir» reúne textos de crítica literaria escritos por Maurice Blanchot entre 1953 y 1958 y publicados en la Nouvelle Revue Française. Todos ellos están dedicados al «insensato juego de escribir» y a la exploración de lo que Blanchot llamará «el espacio literario», lugar (o «no-lugar») de apertura constituido por el proceso mismo de la obra, la reflexión y la autobiografía.
En el movimiento de la crítica entendida como espacio abierto de comunicación tienen lugar, en efecto, la exigencia y la experiencia de la obra, pero en un aquí y ahora que no puede prescindir de la historia, del sujeto que lee y del sujeto que escribe. De ahí que la reflexión desplegada en «El libro por venir» no venga tanto estructurada por el mero comentario de las obras, sino por la experiencia que los escritores han confesado sobre la escritura y la lectura de la obra. El 'libro' en fin, como espacio del acontecimiento común de obra, pensamiento y vida, no es ya el sitio cerrado donde cabría el sentido definitivo, sino que, 'siempre por venir', en una circulación infinita sin clausura posible, expone al escritor y al lector a su mutua desapropiación, «obligándolos a vivir como en un estado de muerte perpetua».
EL LIBRO POR VENIR
AUTOR/A
BLANCHOT, MAURICE
Maurice Blanchot, novelista y crítico, nació en 1907. Su vida está enteramente consagrada a la literatura y al silencio que le es propio. Estas dos escuetas frases han acompañado durante años las ediciones francesas de algunos de los libros de Blanchot. Se podría añadir ahora la fecha de su muerte: febrero de 2003. Nacido en Quain, una grave enfermedad sufrida al final de la adolescencia le dejará secuelas para el resto de sus días y acaso marcará su carácter frugal y retirado. En la Universidad de Estrasburgo leerá a Husserl y a Heidegger en compañía de Emmanuel Levinas, a quien desde entonces le unirá una íntima amistad. Vinculado durante su juventud a publicaciones ultranacionalistas de derechas, donde verán la luz algunos de sus primeros artículos, conoce en 1940 a Georges Bataille, con quien compartirá «el reconocimiento de una común extrañeza» y cuya influencia será decisiva para el decurso futuro de su obra y su orientación política radical de izquierdas. Al tiempo de la publicación de sus primeros relatos y novelas (Thomas el Oscuro, Aminadab), a finales de los años cuarenta, Blanchot inicia una intensa actividad como crítico literario, textos que irá reuniendo en sucesivos volúmenes: Falsos pasos (1943), La parte del fuego (1949), Lautréamont y Sade (1949), El espacio literario (1955), El libro por venir (1959; Trotta, 2005), El diálogo inconcluso (1969) y La amistad (1973). Se trata de una escritura en la que Blanchot cuestiona permanentemente la posibilidad de la literatura, del escritor y de la obra, en una reflexión atravesada por las nociones de lo neutro, la soledad y la «desobra». A ésta consagrará uno de sus últimos escritos, La comunidad inconfesable (1983), en el que se muestra la convergencia de su pensamiento literario y político. <BR><BR>Editorial Trotta