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Algo le ocurrió a Martina el 4 de diciembre. Desde entonces busca la actitud, algo que le permita no traicionar su código. Martina, a sus dieciséis años furiosos, quiere respetar su código, salirse de ese mundo dado que no comprende. En alguna parte muy cercana, en su calle, en su barrio, en su ciudad, ha de haber un espacio blanco, puro, no corrompido, sincero. Como el que resuena en las canciones de Alice Cooper, de Los Ramones; ese que trasluce la sonrisa de Iggy Pop. Un espacio donde el rock es el principio de una historia, el punk es un estado de ánimo y es posible dar y recibir y dar y recibir y dar...
Deseo de ser punkes Premio de Narrativa Española Dulce Chacón.
Críticas:
«Deseo de ser punk tiene el tono íntimo de los diarios secretos y la maestría de una escritora que nos habla con las orejas bien abiertas.»
José Antonio Aguado,Diari de Terrassa
«Romper las barreras entre lo individual y lo colectivo, lo privado y lo público. Este es uno de los proyectos narrativos que persigue Belén Gopegui.»
