En la primera parte de este libro se exponen las razones existenciales heideggerianas que hay para romper el continuum de la historia de la humanidad en dos mundos antitéticos: humanidad auténtica y humanidad inauténtica; y en la segunda, se exploran las formas en que tanto los ideólogos del partido como sus brillantes intelectuales de la «revolución conservadora» dedicaron tanto empeño en adorar al Monstruo que iba creciendo hasta ser uno de los mitos nazis. Esta obra lucha en sentido contrario al contramovimiento de la historicidad de los pueblos del origen y a su política nazi. Desde aquí se explica de forma crítica el parentesco que se está dando entre los nacionalismos españoles con el axioma existencial histórico-lingüístico heideggeriano de que "el lenguaje es la casa del ser".