La madre de Barbara Honigmann tuvo más personalidades que maridos, que fueron tres (uno de ellos el superespía británico Kim Philby). Ésta es una historia real donde conviven de un modo sorprendente el glamour y el espionaje, lo público y lo íntimo, París y Berlín. No es, sin embargo, una novela de acción al uso, la historia de una Mata Hari cualquiera, sino el retrato prodigioso de una madre llena de contradicciones: comunista pero adicta a la ropa de alta costura; judía pero anti-tradicionalista; prosoviética pero admiradora de Inglaterra... Este texto sutil despliega todo su potencial gracias a una protagonista cercana y escurridiza al mismo tiempo. Alice Kohlmann, más conocida como Litzi Friedmann, es la baza estelar de esta inmersión en la memoria y el pasado.