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En este libro hemos querido traer textos diversos que nos ayuden desde el disenso a un debate hacia una perspectiva dialéctica para trabajar la lengua en su complejidad, partiendo del desempoderamiento lingüístico e inspirándonos en las culturas populares. Comenzamos con las palabras de Agustín García Calvo, que nos acompaña siempre en nuestro caminar, para plantear que la lengua no es de nadie porque es común, y que refleja su mayor complejidad en la oralidad, donde nadie manda sobre "lo correcto". En esta sociedad occidental en la que se está tratando de imponer la primacía de la escrituralidad en la vida cotidiana a través de las tecnologías de control social, es urgente reivindicar la oralidad, trabajarla, disfrutarla en todo su colorido.
En el ambular por el libro, nos vamos encontrando con diferentes posiciones teóricas y reflexivas en torno a la lengua, como la importancia del juego (también los juegos del lenguaje) en las mediaciones sociales, o las hipocresías y los ocultamientos de la escuela en sus muy diversas formas de segregación. Hemos querido también dar unas pequeñas pinceladas sobre la adquisición de la lectoescritura para no caer ni en la visión clerical ni en la visión que ha querido imponer la Ilustración desde el racionalismo de la Ciencia. Y como una manera de superar el tan manido enfoque de las tipologías textuales, que en muchos casos es una forma más de adoctrinamiento comunicativo, traemos el ejemplo de cómo construir historias orales con niñas y niños.
Nomadeando, entramos en algunas experiencias que pensamos que nos pueden ayudar a comprender que hay muchas formas de entender la escuela y su interrelación con la comunidad. Por una parte, hemos recogido experiencias que parten del análisis de las estructuras de Poder para plantearnos lo que hacemos en la escuela y fuera de ella; y por otra parte, hemos traído experiencias de escuelas que están en interrelación con el entorno social y natural, no exentas de dificultades. Estas experiencias nos ayudan a plantearnos cómo podemos ir trabajando escuelas centrífugas, con el horizonte de que la escolarización debe dejar de ser obligatoria y que si hay escuela, sea solo un lugar más de la comunidad, sea descentrada, abierta y compartida.