En esta obra, Paulo Freire propone crear una pedagogía de la esperanza que supere la ?pedagogía del oprimido?, por lo que sintetiza los grandes temas gestados en medio de las luchas sociales que convulsionaron a América Latina y a los pueblos del Tercer Mundo, y que provocaron las reflexiones sobre la necesidad de sobrevivir y de vencer el agobio de la dominación. El autor profundiza en la historia para mostrar las condiciones que dieron forma al pensamiento; descubre las tramas que envolvieron la vida, ideas y procesos sociales; muestra la tragedia de las discriminaciones, la extensión de la injusticia y el drama de los que lucharon. La obra es también una prueba de fortaleza de parte de una generación que resistió al sometimiento y que extrajo de las vicisitudes y de las persecuciones el coraje para trabajar en la transformación social. La obra es también una prueba de fortaleza de parte de una generación que resistió al sometimiento y que extrajo de las vicisitudes y de las persecuciones el coraje para trabajar en la transformación social.
PEDAGOGIA DE LA ESPERANZA
AUTOR/A
FREIRE, PAULO
Es uno de los mejores y más destacados pedagogos del siglo XX. Nació en 1921 en Recife, Brasil; fue profesor de escuela, creador de ideas y del llamado "Método Paulo Freire". Esta metodología fue utilizada en Brasil en campañas de alfabetización y le valió la persecución ideológica, la prisión después del golpe militar de 1964, y un largo exilio. Con su revolucionario método introdujo a los analfabetos por los laberintos del conocimiento como primer paso para ensanchar el horizonte del mundo, recuperar la dignidad y construir la esperanza. Sus obras, publicadas en gran parte por Siglo XXI Editores ofrecen ideas claras y rotundas, sencillas y sugerentes, abiertas a todos los lectores. Recibió el título de Doctor Honoris Causa en veintisiete universidades de todo el mundo, entre numerosos reconocimientos, como el "Premio UNESCO de Educación para la Paz", en 1986, y el "Premio Andrés Bello" de la Organización de los Estados Americanos, como Educador de los Continentes, en 1992. Murió en San Pablo en 1997. Figura paradigmática de los 70, sus prácticas y su pensamiento fueron un refugio placentero y desafiante para miles de latinoamericanos, no sólo en el ámbito de la educación, sino también en el de las luchas sociales y políticas.