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En el nuevo trabajo de Kristin Ross sobre el pensamiento y la cultura legados por la Comuna parisina de 1871 reverberan los motivos y acciones que informan las protestas y rebeliones de nuestros días, cuya expresión más poderosa hallamos en la toma del espacio público. Nuestras preocupaciones ?el internacionalismo, la educación, el futuro del trabajo o la teoría ecológica y su práctica? sirven de enfoque a una original investigación que vuelve a poner en escena las palabras y acciones de los viejos communards parisinos. La Comuna ?con todo su alcance y propagación posterior? vuelve a cobrar vida gracias a este portentoso ensayo, en el que resuenan las palabras ?y actos? de aquellos trabajadores parisinos que un día se convirtieron en revolucionarios y el sentido que dieron a su lucha, así como la reelaboración y continuidad de su pensamiento que confeccionaron partidarios tales como Karl Marx, Piotr Kropotkin y William Morris, quienes establecieron contacto y conocieron a supervivientes de la insurrección.
La Comuna de París fue un laboratorio de invención política crucial, ante todo ?como nos recuerda Marx? por su propia «existencia de trabajo». Lujo comunal nos permite abordar con nuevos ojos las complejas entretelas de un experimento extraordinario.