Este libro trata de acercar al lector al mundo de la psiquiatría. Más concretamente al de la asistencia psiquiátrica. La intención del autor es la de establecer determinadas reflexiones sobre la cordura y la locura en nuestro medio. Los límites entre ambos estados no son tan claros como parece, por lo que los pacientes acaban muchas veces estigmatizados (por el simple hecho de serlo), y, peor aún, marginados definitivamente del «mundo de los cuerdos». Todo ello merced a aquellos tratamientos que, pasando inequívocamente como científicos y curativos, no hacen sino hundirles de por vida en la indigencia intelectual y emocional (e incluso física). El autor opta claramente por recuperar, dentro de un eclecticismo humanista, aquellos tratamientos que enriquecen al paciente y le hacen recuperar su dignidad perdida. La metodología empleada para inducirnos a estas reflexiones no puede ser más directa y determinante: han sido los propios pacientes del autor lo que han facilitado información sobre sus experiencias en el mundo de la psiquiatría como elemento de análisis y comentarios reflexivos. ¿Son necesarios los locos para que haya cuerdos?
