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La propuesta que Goldman planteó hace más de un siglo sigue siendo igual de aplicable hoy: «En cuanto a la total extirpación de la prostitución, nada, ningún método podrá conseguirlo sino la más completa y radical transmutación de todos los valores comúnmente aceptados, especialmente los morales, junto con la abolición de la esclavitud asalariada». Lo que vuelve a situar la solución en la educación, en el conocimiento de las causas que llevan a las mujeres a ejercer la prostitución y en todo lo que conlleva. Aunque el mero conocimiento de las causas no lleva necesariamente al cambio de la situación, sí que supone un mayor entendimiento de esta y ofrece un camino para su solución. SILVIA DÖLLERER