Alfredo Bryce Echenique retorna a la novela con esta incursión sentimental en el mundo íntimo -incluso en los bajos fondos- de una acaudalada y muy limeña familia, los De OntañetaTristán, lo que le da ocasión para hacer trepidantes virajes hacia la novela negra que resuelve con dosis del más fino humor e ironía.Bryce, el maestro de la narración impregnada de oralidad, el creador de personajes tan inolvidables como Julius, Martín Romaña, Manongo Sterne y varios más, nos ofrece ahora el vívido retrato del fundador de esta saga, don Tadeo de Ontañeta, el minero de finales del siglo XIX que con enorme creatividad y no poco sacrificio, viajando por los Andes de mina en mina, funda un gran imperio financiero, y de sus descendientes. A juzgar por el dramático curso que toman las vidas de los De Ontañeta Tristán, De Ontañeta Wingfield y De Ontañeta de Ontañeta, el barniz de civilización con el que adornan sus vidas no los libra de lo muy primario, instintivo y hasta animal que late en su ser. Sólo ello explica que el juego de la vida consista, para algunos de los protagonistas de esta novela, en dirigir otras vidas, contrariar destinos y, en un extremo sobrecogedor, deshacerse, como quien elimina un desecho, de quienes ponen en riesgo el orden señorial. «En las familias así tan ontañetas, siempre lo peor está aún por venir», advierte el narrador. Odiándose amorosamente, los descendientes de donTadeo de Ontañeta pasan de mano en mano la oscura vara del poder, que cuanto más oscura se cimbrea en las casonas del centro de Lima, La Punta o el Olivar de San Isidro, más se estira y resplandece en los salones y bares del Club Nacional o del Lima Golf Club.En Dándole pena a la tristeza Alfredo Bryce logra el retrato tierno, violento, feroz e incluso inmisericorde de una familia que lo pierde absolutamente todo y cuyos últimos descendientes encarnan la más atroz decadencia de un linaje.«El nexo mayor de Dándole pena a la tristeza es con la novela por excelencia de un linaje: Cien años de soledad. Asfixiante retrato de la oligarquía peruana con humor rabelesiano» (Ricardo González Vigil, El Comercio, Lima).«Alfredo Bryce vuelve a la novela y lo hace abordando uno de los temas centrales de su obra: la decadencia de la vieja oligarquía limeña. En esta novela hace gala de un brillante sentido del humor y de una sintaxis barroca, llena de digresiones. Sin lugar a dudas, la mejor novela de Bryce desde No me esperen en abril» (Javier Agreda, La República, Lima).
AUTOR/A
BRYCE ECHENIQUE, ALFREDO
Alfredo Bryce Echenique nació en Lima, Perú, en 1939. Realizó sus estudios primarios y secundarios en colegios regidos por profesores norteamericanos e ingleses. En la peruana Universidad Nacional de San Marcos obtuvo los títulos de abogado y doctor en Letras. En 1964 se trasladó a Europa, con prolongadas estancias en Francia y España. Ahora reside de nuevo en Perú. <BR><BR>Bryce Echenique es uno de los autores hispanoamericanos más traducidos del momento. En Anagrama, además de sus extraordinarios trabajos periodísticos, reunidos en A vuelo de buen cubero, Crónicas perdidas, A trancas y barrancas y Crónicas personales, y sus antimemorias, Permiso para vivir y Permiso para sentir, se han publicado las siguientes novelas, que lo han acreditado como uno de los grandes narradores en lengua española: Un mundo para Julius, Tantas veces Pedro, La vida exagerada de Martín Romaña, El hombre que hablaba de Octavia de Cádiz, La última mudanza de Felipe Carrillo, No me esperen en abril, Reo de nocturnidad, Dos señoras conversan, La esposa del Rey de las Curvas y Dándole pena a la tristeza.