Librería Traficantes de Sueños
Entrada libre
Aforo limitado
Con la participación de Pedro Montes, economista del Banco de España; Nines Maestro, Red Roja; Álvaro Aguilera, PCE y Stuart Medina, Asociación por el pleno empleo y la estabilidad de precios.
La gran crisis del capitalismo le obliga a mostrar su rostro más descarnado. Este se manifiesta, tanto en el saqueo de países de la periferia, como en la liquidación de derechos socio-laborales en países centrales del sistema que le permitieron rodearse de un cierto colchón legitimador en otros tiempos. En Europa la representación política del imperialismo es la UE y muy especialmente todo el andamiaje institucional de la Eurozona. Su aparato de dominación, pisoteando cualquier ilusión de democracia o de soberanía, es el que se ha manifestado en trágico escenario griego y es el mismo que gobierna con mano de hierro a todos los países de la zona Euro, especialmente a los del sur. Frente la inevitable respuesta popular, que en Estados como el español ha adquirido dimensiones considerables y se ha articulado sobre el eje político de negar el pago de la Deuda y cuestionar la UE y el Euro, la respuesta en toda la UE ha sido laminar progresivamente la democracia y las libertades, aprovechando el clima de terror producido por los diferentes atentados. El control de unos medios de comunicación que repiten clónicamente el discurso del poder, sin resquicio alguno para la disidencia, cierran el círculo de una Unión Europea que camina vertiginosamente hacia el totalitarismo. Planteamientos como los que con gran pompa mediática se proponen desde el llamado “Plan B” y que se basan en la reforma de la UE no son más que brindis al sol, peligrosos porque distraen a los pueblos de sus verdaderos objetivos. Ante unos poderes políticos y económicos a quienes no les tiembla el pulso para proseguir con su estrategia de implantar un mundo sin derechos y una democracia ficticia que nos aboca a la barbarie, no queda otra salida que recuperar la soberanía política y económica, imposible dentro de la UE y la Eurozona. El objetivo, cada día más inaplazable, es liberar a los pueblos del yugo impuesto por las oligarquías dominantes en la UE y poder así, fuera de la trampa del Euro, construir una alternativa económica, social y política que nos aleje de la barbarie.