Helena Silvestre, mujer afroindígena y brasileña, se convirtió en activista muy joven, aún en la favela donde vivía con su familia, y donde se unió a movimientos comunitarios para mejorar las precarias condiciones de vida que caracterizan a las favelas brasileñas. Trabajó durante quince años en movimientos por una vivienda digna, a través de ocupaciones urbanas. Miembro de los movimientos periféricos y de cultura favelada, desde 2006 forma parte del colectivo Sarau do Binho, su principal escuela literaria. Es autora de cuatro libros publicados, el más conocido de los cuales es Notas sobre a fome (Notas sobre el hambre), que fue preseleccionado para el Premio Jabuti 2020, el premio literario más importante de Brasil. También es coautora de El sistema y el antisistema.
Carolina Meloni es es una filósofa argentina, especializada en filosofía política contemporánea, feminismo, género y deconstrucción. Entre sus publicaciones se encuentran: Las fronteras del feminismo. Teorías nómadas, mestizas y postmodernas (2012); con F. Bayón y J. M. González: Repensando la ciudad desde el ocio (2015); con Julio Díaz Galán: Abecedario zombi. La noche del capitalismo viviente (2016); con M. González de Oleaga y C. Saiegh: Transterradas: el exilio infantil y juvenil como lugar de memoria. (Buenos Aires, Editorial Tren en movimiento, 2019) y Sueño y revolución (Continta me tienes, 2020).
Encuentro con Helena Silvestre en su paso por Madrid para participar de las jornadas de La Laboratoria, "Esa violencia que no es solo una" para conversar sobre la nueva edición de su libro por la Editorial Avenate, muy pronto en las librerías TdS.
En conversación con Carolina Meloni, transfeminista y profesora de Filosofía en la Universidad de Zaragoza.
Dicen en la Editorial Avenate: «Notas sobre el hambre, de Helena Silvestre, ha abierto una brecha en nuestro mapa de ideas. Es una inspiración para construir mundos nuevos y sobre todo para quitarnos pieles muertas y antiguas que nos impiden ir más allá de nuestros modos de entender el pensamiento, la escritura y la forma de hacer política, no sin antes pasar por el incómodo proceso de reconocernos en el espejo del clasismo, el colonialismo y el academicismo. Este libro nos trae al centro al recordarnos que el mayor espacio de innovación y vanguardia intelectual, así como el de generación de herramientas para resistir, está abajo, en las calles de las favelas brasileñas, en los barrios y pueblos del mundo; y no los enclaustrantes pasillos de la academia».
Y Carolina Meloni en el prólogo: «Porque en estas Notas sobre el hambre la escritura es alquimia, candomblé venido de tierras heridas. No hay otra cosa aquí que un verdadero ritual. Una tecno-mandinga de las pobres y desposeídas, de las feministas otras, de las sudakas negras, mestizas, indias, faveladas y villeras. Silvestre nos lanza una invitación, una provocación al conjuro colectivo. Y a la venganza de las subalternas. Leo y me dejo atravesar por esta ceremonia bastarda, en la que desaprendo teorías colonizadoras, para volver a encontrarme con nuestras deidades e indóciles ancestras. La escritura en estas páginas convulsas opera como una verdadera maldición, un mal de ojo, una profecía que se balbucea entre el sueño y el delirio para ajustar cuentas por el daño perpetrado. Maleficio en yoruba y guaraní, para que algún día caiga nuestra furia descontrolada sobre aquellos que propiciaron tanto expolio y violencia. Tal es la ira de las hambrientas. Tal es la fuerza que sale de unas entrañas vacías. Y solo así podemos entender una escritura transformadora de suyo, encarnada en el ansia más incontrolable, en el deseo más indomable. Escritura que se cuela por cada rendija de nuestro ser, como un apetito insaciable».