Tras la caída de la Unión Soviética, una misión conjunta de investigadores húngaros y rusos halló en los antiguos archivos moscovitas de la Comintern un manojo de noventa y dos carillas mecanografiadas encabezadas por el siguiente comentario en ruso: "K. F. Inst. Lenin. ¿Eliminar acaso? Escrito incomprensible de un quejicoso que no expresa clara y directamente su punto de vista. 31.10.1941. Podwojskij".
Se rescataba así de un silencio burocrático de más de seis décadas Derrotismo y dialéctica, obra insospechada de uno de los filósofos más importantes del siglo XX: György Lukács. Escritas hacia 1926 en el fragor de las luchas por el legado teórico y político de Lenin, estas páginas se abocan a la refutación de las críticas que László Rudas y Abraham Deborin propinaron en 1924 a Historia y conciencia de clase, la obra fundacional del marxismo occidental. En Derrotismo y dialéctica, Lukács se defiende de las incriminaciones de idealismo, explica su teoría marxista-leninista de la "insurrección como arte", define su concepto de conciencia de clase atribuida y aclara la relación entre la dialéctica y la naturaleza.
Esta primera edición en castellano de Derrotismo y dialéctica reúne estudios críticos inéditos de reconocidos especialistas en la obra de Lukács: Nicolas Tertulian, Gábor Gángó, Antonino Infranca, Michael Löwy, Miklós Mesterházi y Ronaldo Fortes.
DERROTISMO Y DIALÉCTICA
AUTOR/A
LUKÁCS, GYORGY
György Szegredi Lukács nació en Budapest el 13 de abril de 1885, en el seno de una familia perteneciente a la gran burguesía húngara. En 1906 se doctoró en ciencias políticas, y continuó sus estudios en Berlín y Heidelberg, donde estableció un contacto estrecho, entre otros, con Georg Simmel, Max Weber y Ernst Bloch. Ante el impacto de la Iª Guerra Mundial, ingresó, en 1919, en el Partido Comunista Húngaro, que se encontraba entonces en formación. En ese mismo año, se incorporó al Comité Central del Partido. Tras actuar como comisario del pueblo en educación y comisario político de la Quinta División Roja, Lukács vivió en Austria y Alemania. En 1933 emigró a Moscú. En 1944 ocupó la cátedra de Historia de la Cultura y de Estética en la Universidad de Budapest. A raíz de los ataques recibidos desde el estalinismo, se apartó, en 1951, de la actividad política, pero en 1956 apoyó el gobierno revolucionario de Imre Nagy y volvió a ingresar en el Comité Central. Cuando dicho gobierno fue derrocado, Lukács fue deportado a Rumanía; al regresar, en 1957, volvió a ocuparse de sus investigaciones estéticas y filosóficas, aunque sin dejar de formular significativas propuestas para la creación de un socialismo democrático y para la reconstrucción del marxismo. Murió en Budapest, el 11 de junio de 1971. <BR><BR>Editorial el Viejo Topo