Conceptualmente, el graffiti evoca una acci?n muy primitiva, la de los primeros trazos del hombre en la piedra de las cavernas. Desde entonces, la humanidad no ha cesado de dejar su rastro en las paredes. Como forma expresiva, el graffiti conserva la huella de ese gesto anticipador de dos actividades emparentadas aunque dis tintas: la escritura y la pintura. En la actualidad el graffiti es una forma de comunicaci?n ya incorporada al paisaje urbano: junto al bombardeo de mensajes de carteles publicitarios y vidrieras, percibimos la presencia de esas voces surgidas al margen de los espacios legitimados. En el cruce de entramados culturales y de pr?cticas identitarias complejas, esta modalidad de expresi?n presenta una enorme riqueza para el semi?logo, para el antrop?logo urbano, para el soci?logo, para las ciencias de la comunicaci?n y del lenguaje.