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El anarquismo jugó un papel destacado en la Guerra Civil que asoló al Estado español entre el 17 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939. Fue una de las facciones que plantó cara al bando fascista sublevado que,-finalmente, se alzaría con la victoria.
El protagonismo inicial del movimiento ácrata impidió que el Alzamiento prosperara en varias ciudades importantes, como Barcelona; posteriormente, el anarquismo impulso en muchas regiones una autentica Revolución Social que trataría de cambiar el orden establecido por otro verdaderamente igualitario. Entre otros muchos logros, llevó a cabo las conocidas colectivizaciones industriales y agrarias.
Si existe una amplia bibliografía de la Guerra Civil y del papel del Movimiento libertario en la misma, no sucede lo mismo respecto al papel jugado por los y las anarquistas vascas en los doce meses que transcurrieron en el Frente desde el Alzamiento hasta la caída final de Bilbao y de Bizkaia. Existen biografías y memorias personales, incluso estudios de temas más globales (como son las obras en torno a los Batallones Vascos o Euzko Gudarosteak), pero apenas hay una obra que abarque en toda su extensión el rol que este movimiento jugo en tan vital ocasión.
En este libro comprobaremos cómo el anarquismo vasco, en un durísimo contexto marcado por el asedio y el cerco de la incipiente Comunidad Autónoma de Euskadi, responde con verdadera gallardía y coraje; su papel será trascendental tanto en la enconada resistencia en defensa de Irún como en la victoria en Donostia frente al Alzamiento.
A través de numerosos artículos de la publicación "¿VI' del Norte" ' podremos constatar, sin embargo, que la Revolución Social no prosperó en sucio vasco, y ni siquera llegó a germinar. Ante la magnitud del asedio y el aislamiento del Frente Norte respecto al resto del territorio leal, la prioridad del movimiento libertario vasco en tan extrema ocasión fue la victoria en la contienda militar, dejando para más tarde el desarrollo de la Revolución, de la Gesta.