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Fujio Pon y un compañero de la fábrica practican artes marciales en la hora del bocadillo. El jefe les pilla y les echa la bronca. En el rifi rafe acaban cargándoselo accidentalmente. Entierran su cuerpo en un vertedero ilegal del Monte Fuji. Igual que todos los criminales de la ciudad. El resto de basuras y sustancias eclosionan al contacto con los cadáveres, dando lugar al origen de un apocalipsis zombi. Fujio tratará de sobrevivir en el páramo, robando, matando, haciendo amigos... hasta llegar a una urbanización de pijos. Los ricachones montan condominios, esclavizan a los supervivientes y les organizan combates a muerte con zombies asesinos. Hasta en el apocalipsis hay clases, pero aquí es donde Fujio va a rentabilizar sus entrenos de jiu jitsu a la hora del almuerzo.