En el París de la Exposición Universal de 1889, un escritor finlandés pasea por las calles de la mítica ciudad, en plena efervescencia. El protagonista, que se ha exiliado voluntariamente a esta metrópolis, admira la Torre Eiffel y trata de trabajar en la biblioteca. Todo es nuevo para él: Finlandia es un país pequeño y aún provinciano: la gran urbe le deslumbra, pero también le desorienta y le hace perderse en cavilaciones. Además de una maravillosa descripción de un París tan seductor como desconocido, este libro es un viaje interior, que sigue los sentimientos y los cambios de humor de un escritor que está enamorado o cree que lo está. A veces desesperado, a veces lleno de esperanza, en ocasiones confunde poéticamente los Grandes Bulevares de París con los bosques finlandeses.