Hernando de Soto fue uno de los grandes conquistadores del continente americano. Sus exploraciones le llevaron por tierras de los actuales Estados Unidos, donde pasó a la historia como el descubridor oficial del río Misisipi. También anduvo por Centroamérica, donde se hizo con su primera fortuna y se forjó como soldado hasta llegar a la conquista del Perú, al mando de Francisco Pizarro. El dominio sobre el imperio del Inca le hizo un personaje famoso en su tiempo. De Soto llegó a Sevilla a los quince años dispuesto a embarcarse en la expedición del gobernador de Panamá, Pedro Arias Dávila. Entabló amistad con otros personajes que resultaron legendarios en la conquista, como Bernal Díaz del Castillo, Gonzalo Fernández de Oviedo, Sebastián de Benalcázar, fundador de Quito y conquistador de Ecuador y Colombia, o el mismísimo Atahualpa, rey de los incas.