En nuestra práctica cotidiana en el hospital siempre partimos de una premisa: "es preciso que el psicoanálisis exista". Sostener esta afirmación desde el inicio ya hace suponer que su existencia no está asegurada, inferimos que no es algo que viene dado, autorizado complacientemente. Entonces, resulta que es una tarea compleja, permanente, en donde a la hora de hacerla efectiva no se debe dejar de considerar que: primero, hacer existir el psicoanálisis implica partir de que el lugar y el lazo analítico dependen del lazo del psicoanalista con el psicoanálisis. Cuestión crucial, paso previo antes de pensar si es posible el psicoanálisis en el hospital. En este sentido, encontraremos que la organización del psicoanálisis en relación a la Institución y a la comunidad de los psicoanalistas, a lo largo de la historia, ha sido controversial. Este libro aborda, desde la práctica en el Hospital de San Isidro, esos puntos cruciales y la manera en que el analista interviene para hacer existir el psicoanálisis en el hospital.