Ernie Pike, corresponsal de guerra, aventurero incansable, es uno de los primeros personajes creados por Hugo Pratt, en esta ocasión acompañado al guión por Oesterheld, en una serie de historias centradas en la vida de los militares.
AUTOR/A
PRATT, HUGO
Hugo Pratt (Rimini, 1927 ? Lousana, 1995) tenía los mismos orígenes cosmopolitas que Corto Maltés. Hijo único, pasó su niñez en Venecia y luego en Abisinia, para regresar a Italia en 1944. Después de la guerra, convertido en un apasionado de los cómics, crearía el grupo de Venecia en compañía de Dino Battaglia, Alberto Ongaro y Mario Faustenilli, con el doble fin de hacer cómics al estino norteamericano y de iniciar a los jóvenes en los grandes clásicos de aventuras. En 1949, el grupo partió a Argentina a instancias de un editor de ese país. Allí Pratt alternaría las historietas ilustradas con clases impartidas en colaboración con Alberto Breccia. Regresa a Italia en 1962 y cinco años después nace Corto Maltés con la aparición del tebeo. Este personaje cobra la categoría de mito, al tiempo que Pratt pasa a ser un fenómeno cultural. Como dijo Guillermo Altares, Hugo Pratt sería un clásico de haber escrito novelas.
OESTERHELD, HÉCTOR GERMÁN
Héctor Germán Oesterheld (Buenos Aires, 1919-1977) es considerado uno de los mayores guionistas de la historieta argentina, con una trayectoria extensa y prolífica. Sus primeras historias se publicaron en los años 50, en colaboraciones con varios dibujantes entre las que destacan los trabajos realizados junto a Hugo Pratt, con el que realizó Sargento Kirk (1953-1957), Ticonderoga (1957-58) y Ernie Pike (1957-59), y Francisco Solano López, con quien realizó su obra más conocida, El Eternauta (1957-1959). Con Alberto Breccia formó una de las colaboraciones entre guionista y dibujante más destacadas de la historia del cómic universal, de la que surgieron trabajos como Sherlock Time (1958-1959), Mort Cinder (1962-1964), Richard Long (1965), Vida del Che (1969) y una nueva versión de El Eternauta (El Eternauta 1969). Como editor fue responsable de la creación de la editorial Frontera, que dio vida a la mítica revista Hora Cero. En 1977 fue secuestrado por las fuerzas armadas durante la dictadura militar argentina de Videla, siendo uno de los muchos «desaparecidos».