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¿Por qué se puede enunciar "el porvenir del inconsciente"? Incluso bien se podría decir "el porvenir del psicoanálisis", ya que estamos todo el día inmersos en discusiones acerca del estatuto y los modos de legitimación del psicoanálisis. Pero enunciar "el porvenir del inconsciente" es preguntarse por qué tipo de mundo va a devenir y cómo va a existir la experiencia del inconsciente en ese mundo. Y quien permite hacer esa pregunta es Lacan, que consideró la expresión "desabonado del inconsciente". Incluso, al final de su vida, tenía serias dudas de que la estructura del inconsciente fuera una estructura permanente y estable como las estructuras de la metafísica.
Siguiendo esa orientación precisa, Jorge Alemán analiza tres grandes movimientos críticos contemporáneos que se desprenden de las ontologías de la modernidad -las de Heidegger, Marx y Freud- y de ese punto de inflexión de la modernidad que fue la posmodernidad -la línea lacaniana, la deconstrucción y la línea foucaultiana-deleuziana. Tres grandes operaciones que tienen en común defender una posición más o menos equivalente y parecida: frente al carácter estable y trascendental de las existencias, el carácter contingente; defender, frente al mundo del sentido, la presencia del sinsentido; defender, frente al mundo del progreso y del sentido transcendental de la historia, la finitud de cada uno; defender, frente a la universalidad del para-todos, el carácter radical de cada singularidad. Tres corrientes que se están percibiendo, sin llegar a hablar de ética, como las únicas maneras distintas y alternativas de afrontar la ontología de la imagen y el paradigma de la información.