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Un libro bello, sensible y brutal. [?] Amaia Arrazola se desnuda, se vacía, y nos hace sentir que no estamos solas ni somos las únicas cuando ya no podemos más. Ser madre no es fácil. He aquí el espejo de la maternidad que necesitamos, ese que nos reconcilia con la experiencia materna. Del prólogo de Esther Vivas
Este libro no es una guía sobre la maternidad, es una experiencia: la de la ilustradora Amaia Arrazola, en cuya vida hace dos años aterrizó un meteorito llamado Ane. Esta vivencia, incluyendo el embarazo y el parto, es la que plasma aquí con enorme valentía y generosidad, poniendo el acento en aquello que no se suele mencionar, como la inseguridad, la frustración o el duelo por la vida anterior. Pero también es el relato de un amor instintivo que no requiere condiciones.
"Yo sabía que iba a tener una hija; lo que no sabía era que esa hija iba a tener una madre. Y esa madre era yo."