Roger Smith nació en Johannesburgo, Sudáfrica. Antes de dedicar su vida al crimen trabajó como guionista, director y productor. Ahora vive en Ciudad del Cabo, una ciudad tan bella como violenta. Inspirado por la obra de escritores como Richard Stark, Elmore Leonard y Jim Thompson, Smith llevaba años deseando escribir una novela de ficción criminal. ?Sin embargo, durante el apartheid, escribir sobre crimen en Sudáfrica parecía un ejercicio inútil: había un crimen mucho peor que debíamos tratar antes. Cuando Nelson Mandela subió al poder, hubo un periodo en Sudáfrica en el que pasamos de ser los parias del mundo a un modelo de transición. Después Mandela se retiró y los dirigentes del país pasaron a ser mucho más interesados y corruptos, como tienden a ser los políticos. El apartheid ha terminado, pero el elevado número de crímenes violentos, la pobreza y el índice más elevado de VIH/SIDA del mundo presentan nuevos desafíos que, en gran medida, nadie está abordando?.<BR>Así pues, en 2007, inspirado por la violencia y la corrupción que veia a su alrededor, Smith decidió ponerse finalmente manos a la obra y escribió Mixed Blood, un relato nada complaciente del confuso laberinto de identidad racial de la Ciudad del Cabo post-apartheid. Publicada en 2009, esta ópera prima le valió el Deutschen Krimi Preis en Alemania, donde Smith se ha convertido en una estrella prácticamente de la noche a la mañana, y fue nominada al premio Spinetingler a la mejor novela en Estados Unidos. Mixed Blood contará además con una adaptación fílmica dirigida por Philip Noyce y protagonizada por Samuel L. Jackson.<BR>Desde entonces, Smith ha publicado otras dos novelas, Wake Up Dead (2010) y Diablos de polvo (Es Pop Ediciones, 2012), que han bastado para convertirle en apenas un par de años en uno de los nuevos nombres clave de la narrativa sudafricana. Actualmente trabaja en su cuarto libro, Capture, y acaba de publicar directamente en formato digital la novela corta Ishmael Toffee.