En estos primeros años del siglo XXI es ya un hecho incuestionable que la globalización comercial, económica, financiera y, en menor grado, política se ha impuesto como realidad condicionante en las relaciones internacionales. Este proceso de globalización se ha producido de forma paralela a una serie de acuerdos de integración regional cuyo exponente más desarrollado es Europa. Pero, en contra de las tesis sobre las bondades intrínsecas de la liberalización y del libre cambio, estos procesos de integración en el ámbito europeo y mundial no han sido producto de un desarrollo lineal, sino que su implantación ha coincidido con una sucesión de crisis globales y sistémicas que derivan de los propios excesos de la liberalización financiera. La economía mundial está sumida en una atonía que también afecta a la zona euro, la cual está llamada a cargar con el mayor peso del ajuste de los ?desequilibrios gemelos? norteamericanos. Este libro, centrado sobre la integración y las crisis, invita a reflexionar sobre el concepto de gobernanza económica de la Unión y se muestra crítico con la lógica de ajuste que deriva de la instauración de la moneda única. Basándose en el argumento de que Europa carece de los mecanismos adecuados y democráticos para la coordinación económica estratégica, el autor pronostica que el paro y la precariedad se erigirán en la base de una nueva forma de disciplina social en un mundo globalizado.
