Maxi Rodríguez (Mieres, 1965) no jugó en el Espanyol, Liverpool o Atlético de Madrid, ni fue un pilar de la Selección argentina. El pobre hombre chupó banquillo hasta juveniles en varios equipos de la cuenca minera asturiana, ganó varios premios como autor teatral, es guionista de cine y televisión, salió de actor en un porrón de series, escribe libros y artículos de humor, y sueña que es carrilero indiscutible del Sporting de Gijón. Aunque su mayor sueño en la vida es quedarse sin entrada para ver una obra suya.